¿Qué relación hay entre el coronavirus y los OVNIS?

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Toda esta cuestión arrancó luego que fuera identificado como virus por primera vez el 1º de diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en la China central. Fue allí donde se reportó que un grupo de personas padecía una neumonía de causa desconocida, vinculada principalmente a trabajadores del mercado mayorista de mariscos del sur de China de Wuhan, un sitio en el que, habitualmente, mucha gente comía muchas comidas exóticas, como la sopa de murciélago. De ahí en adelante, el virus se hizo incontenible, desplegándose por todo el mundo, sin discriminar por nacionalidad, género, religión. Tampoco discriminó entre países ricos y pobres, poderosas potencias de países satélites, tercermundistas y otros muy pobres. Llegó a todas las latitudes y golpeó tan duro en Italia, España, Estados Unidos o el Reino Unido, que lo están padeciendo de igual manera que Irán, Australia, Marruecos, Sudáfrica, Ecuador, Chile y Suiza que, en mayor o menor medida, y según las previsiones que pudieron tomar y la forma en que cada gobierno actuó desde entonces, suman más o menos fallecimientos por la pandemia global.

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La misma fue reconocida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020. Hace menos de un mes y, sin embargo, no se sabe cuándo se podrá superar esta crisis mundial, con el descubrimiento de un tratamiento médico que lo controle, hasta que se halle una vacuna que pueda vencerlo definitivamente.


Eso sí, la conformación del Covid-19 puede tener muchas consideraciones, con respecto a cómo se gestó, a partir de otros tipos de virus de la familia coronavirus. Sin embargo, mientras las potencias mundiales se miran con recelo y sospechan unas de otras, la verdad pareciera que nadie la tiene aún, y que el virus se habría conformado solo, como una evolución de otros “parientes”, y no resultó una mutación artificial. Y cuando hablamos de mutación artificial, que podría traducirse como “hecho por los seres humanos”, estamos refiriéndonos a la sospecha de que alguna de las tres potencias dominantes en el planeta, o sea Estados Unidos, Rusia y China, justo donde se declaró la epidemia inicialmente, tengan algo o mucho que ver.


Aunque hay otros científicos e investigadores, algunos dedicados al fenómeno OVNI, que relacionan a la pandemia del coronavirus directamente con la posibilidad de que entidades extraterrestres puedan tener algo (o mucho) que ver con este mal. Otros simplemente le asignan una visión menos protagónica: creen que, como cada vez que pasa algo realmente trascendente en la Tierra, las presencias de extrañas naves suelen verse con más asiduidad sobre el cielo de cada ciudad en las que las poblaciones se ven sorprendidas por cada vez más asiduas visitas de seres (o drones) de entidades superiores al género humano, que parecen vigilar nuestros movimientos a distancia.


A menos que tengan aún peores designios planeados. Estos serán los puntos que intentaremos desentrañar, y analizar qué posibilidades se barajan por lo bajo.


Para bien


Son muchos los ufólogos e investigadores de diferentes disciplinas que piensan que la acción de seres extraterrestres en la Tierra (de la que hay pruebas irrefutables, a pesar del secreto con que se maneja) tiene solamente fines benéficos y pacíficos, y que los grandes adelantos tecnológicos y científicos en las últimas décadas de la humanidad, en especial en el desarrollo de esos ítems en las potencias mundiales, están directamente vinculados a sus “relaciones” secretas con diferentes civilizaciones, más avanzadas que la nuestra.


Incluso, los entendidos consideran que esos seres hasta aconsejan a los líderes mundiales acerca de cómo manejar situaciones, siempre dentro de un plano de absoluto secreto, para que el pánico no se apodere de una sociedad aún no tan preparada para un contacto con otros seres, más avanzados. En ese contexto, la búsqueda de medicaciones y vacunas contra el virus estaría siendo analizada bajo esa “supervisión superior”, llamémosle así. ¿Esto puede llegar a ser así?, se preguntarán muchos, especialmente los conspiracionistas de siempre y los incrédulos que siguen pensando que todo es cuento.


Visión neutra


Siempre en esa misma tónica, de no concreción de un contacto directo con habitantes de otros planetas que nos visitan con cierta regularidad y desde diferentes mundos, muchos estudiosos del fenómeno OVNI reafirman que los diferentes avistamientos solamente son de control y observación, de parte de esos seres no reconocidos por la amplia mayoría. Los primeros avistajes de naves extraterrestres surgieron hace siglos, pero en la visión moderna del fenómeno se reavivaron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los medios tecnológicos terrestres pudieron constatar sus presencias. Sin embargo, rara vez hubo persecuciones de ellos hacia nosotros, salvo casos muy contados sobre abducciones, en los cuales da toda la sensación de que nos estuvieron “estudiando” y, en abrumadora casuística, todos regresaron después de visitar enigmáticos sitios o naves, mientras algunos los consideraban como locos o borrachos, aunque el polígrafo reafirmaba que no mentían, no ha costado muchas vidas, dado que las cifras son ínfimas en relación a los relatos.


O sea, la visión mayoritaria de los entendidos plantea que nos miran, observan y hasta analizan nuestras posturas en diferentes hechos, como terremotos, guerras, tsunamis, atentados y ahora pandemias como la que transitamos. Pero su participación no es masiva, o al menos no se nota algo diferente por estos tiempos, a pesar de los numerosos avistamientos registrados recientemente (ver recuadro).


Mala espina...


Otros observadores del fenómeno tienen una visión más tremendista, apocalíptica y agresiva e incluso participativa de lo que podría relacionar a los OVNIS que recientemente nos visitaron con la actual pandemia de coronavirus. Para algunos, este virus podría haber sido mutado genéticamente por una fuerza extraterrestre, para probar el potencial dominio que podrían alcanzar sobre la humanidad. Sabido es que, ante una pandemia de enorme repercusión mundial, la abrumadora mayoría de las naciones ha decretado el estado de cuarentena y los países se han detenido en innumerables actividades, económicas, industriales y de todo tipo, para así poder combatir el virus.so permitiría a una potencia extraterrestre tener el terreno despejado para hacer un desembarco sin demasiada resistencia. Algunos se aventuran a decir que el virus tiene origen extraterrestre y que está todo planificado por una raza dominante, que pueda dar probabilidades de promesa de cura (ya que seguramente dominan la ciencia como para tener la vacuna que termine con el virus), y pasar a dominar fácilmente a los seres humanos, con fines inimaginables, a partir de la misma indefensión a la que estamos expuestos. O asociándose a alguna potencia terrestre en detrimento de las otras, para sacar más provecho de esas potenciales acciones, para nada santas.


Conclusión


¿Es esta última una elucubración demasiado fantasiosa? Puede ser. Nadie puede afirmar o negar que los seres humanos estamos en un momento de debilidad, y que las visitas y avistamientos parecieron multiplicarse en los últimos tres meses (ver tema aparte). Lo que sí es real es que, si nos observan solamente, verán otro mundo si solucionamos el tema. Y si quieren ayudarnos, la vacuna podría acelerar sus tiempos de desarrollo. Pero si todo esto está planeado por ellos para una eventual invasión, entonces sí que estamos complicados. Muy complicados.