Profiling de INVENTING CIRACH

El engaño está ligado a nuestra naturaleza. Con mayor o menor intención, todos mentimos. Ahora bien, en el extremo encontramos a aquellas personas que hacen del engaño su principal fuente de ingresos. Así, queremos hablar en INVENTING CIRACH del perfil del estafador.

Después de la primera publicación de INVENTING CIRACH, recibimos muchos mail, en los que la principal pregunta era, ¿Cómo la gente y sobre todo empresarios, curtidos en mil lides se dejan engañar de esta manera?

No hay que olvidar que Héctor C. el protagonista, de INVENTING CIRACH, logró con cierta “gracia”, engañar tomando dinero, o trabajo de un montón de personas de toda índole, algunos exconvictos, curtidos en varios patios de Centros Penitenciarios.

Pero algo es cierto, el engaño ha existido siempre, y los estafadores también. Por lo general, muchas personas destacan por su gran altruismo. Desgraciadamente, estas son las víctimas favoritas de los estafadores, que no dudan en aprovecharse de la buena voluntad y de la confianza de otros.

Los estudios realizados sobre la confianza dan a entender que la mayoría de nosotros estamos de alguna manera programados para confiar en los demás, y he ahí el error que el aprovechaba.

Por norma, no ponemos en duda el relato de los demás, salvo que seamos especialmente incrédulos, la persona cuente con determinados precedentes o el contenido de la propia narración sea una justificación de una conducta que, de alguna manera, no deja en buen lugar al otro, como llegar tarde. Esta declinación neuronal hacia la confianza hace que podamos ser engañados con facilidad.

Introducción a las estafas

El delito de estafa se encuentra tipificado en el artículo 248 del Código Penal. En él se establece que comete una estafa la persona que, con ánimo de lucro, utilice el engaño para producir error en otro, induciéndole a realizar u acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.

También el que, con ánimo de lucro, y valiéndose de alguna manipulación informática o artificio semejante, consiga la transferencia no consentida de cualquier activo patrimonial en perjuicio de tercero.

Así como quienes fabriquen, introduzcan, posean o faciliten programas de ordenador específicamente destinados a la comisión de las estafas.

Diferencia entre delito y falta de estafa

Por otra parte, cabe señalar que se considera un delito de estafa cuando la cuantía de lo defraudado excede de los 400€. Cuando el valor de lo estafado es inferior a esta cantidad, se considera una falta de estafa, y esto es importante, porque muchas veces, la suma de las cantidades, como el de un afectado, que cada viernes, enviaba a Yolanda – la esposa de Cirach-, entre 20 y 50 €, la suma de la cantidad sería en si misma un monto suficiente, para poder también tomar medidas legales, y decimos esto, porque hay muchos más afectados, que creen que por la cuantía, no hay delito.

Perfil psicológico de un estafador

El perfil psicológico de un estafador se relaciona con características asociadas a la ambición, la avaricia y la gran capacidad para la manipulación y el engaño, de ahí que se aprovechen de la ingenuidad de muchas personas, utilizando el efecto pena, o a menores de edad, para hacer que el sentimiento de ayuda de la víctima sea potenciado.

A ello se añade que son personas observadoras, que estudian a sus víctimas y con gran capacidad para la palabra y verborrea. Cabe señalar aquí que siempre llamaba o cogía el teléfono.

- “Si tiene razón, no he cumplido, no te puedo negar eso que dices -pero te aseguro- que en unos días tienes la transferencia hecha, tú salvas la situación X, seguro-  Decía Héctor C. a una de las víctimas.

Héctor es una persona educada, con buena presencia, que habla con mucha seguridad y que se gana pronto la confianza de su víctima. El secreto de Héctor, no es lograr que la víctima confíe en él, sino que la víctima sienta que Héctor confía en ella, lo cual es totalmente diferente.

En muchas ocasiones, puede llegar a utilizar una falsa fragilidad y vulnerabilidad, provocando sentimientos relacionados con el altruismo, como que tenía una fundación de nombre Zoe, su madre para ayuda a los animales y niños indefensos.

Esto le lleva a buscar víctimas más vulnerables.

La falta de empatía, asociada a un egoísmo natural, es una característica altamente asociada a CIRACH, al igual que la falta de remordimientos, antes, durante y después de cometer el engaño y la presunta estafa, llegando al límite de culpar a la víctima por quedarse él con su dinero.

Recomendaciones ante los estafadores

La mejor prevención siempre es una buena información. Por ello, se aconseja no hablar sobre inversiones con personas que no sean de confianza, no facilitar el número secreto de la tarjeta.

Finalmente, cuando se es víctima de una estafa, es fundamental formular una denuncia. De esta forma, se podrá recuperar lo perdido, si no se recupera la cantidad completa, tal vez una parte; pero, sobre todo, se ayudará a que otras personas no caigan en las entretejidas telarañas de los estafadores.

En todo, algunos de los rasgos del perfil psicológico de los estafadores podrían ser los siguientes:

Paradox NEWS, solicitó a un perfilador un análisis de la conducta de Héctor C.

1.- Es inteligente: pues, observan muy bien a las personas y se relaciona con el patrón en el cual se comportan para luego usarlo a su favor, en cualquier medio y circunstancia.

2.- Cosifica a los demás: es decir, los ve como cosas y así los tratan. Tanto es así que en casa de uno de los estafados, al ver al perro de la familia, preguntó de “que marca era”, en vez de sentir dudas sobre su raza.

3.- Se gana la confianza de las personas: por su aspecto físico, y por mostrarse simpático o encantador y agradable en todo momento, sus coches de marcha, relojes, y una continua sonrisa, siempre intentando imponerse, con preguntas, como ¿Qué tal chiquitín, como va la cosa?

4.-Muestra seguridad en sí mismo: y actúa con mucha naturalidad, aún debiendo grandes cantidades de dinero.

5.- Miente sobre su identidad, sus estudios, su lugar de residencia, entre otros, nuestro protagonista no tiene ningún tipo de estudios universitarios, pero se presenta como economista.

6.- Es elocuente. Comienza a hablar sin parar, hasta que pasados unos diez minutos, te dice. “Dime”, por lo que la víctima ya se ha perdido. Por ello es hábil para distraer y desviar la atención de la víctima.

7.- Tiene distorsiones cognitivas que le ayuda a sostener su forma de ver la realidad, y llega a interpretar el papel de “víctima”, para manipular a los otros.